El mundo en las últimas décadas ha entrado en la “era de la informática”, tal proceso ha producido que las potencias occidentales lleven a “creer” a los demás países de este hemisferio en el Fin de la historia y de las ideologías, a través de la búsqueda de sus potencialidades académicas, intelectuales, sociales, culturales y educativas en el desarrollo tecnológico[1].
Lo anterior se refleja en la obra de Francis Fukuyama, llamada El fin de la historia y el último hombre[2] escrita en 1992, cuya idea central es el desmoronamiento de los regímenes socialistas en la Europa del Este y las consecuencias producidas por este proceso histórico en el mundo occidental. A partir de este contexto, fracasaron los modelos que plantearon una coexistencia entre el capitalismo y el socialismo, potencializando así, la aparición de una democracia capitalista basada en el liberalismo económico como un ideal político absoluto e ideal.
Este escenario implementado desde el pensamiento de Fukuyama busca defender un “nuevo orden mundial”, en el cual uno de sus efectos fue la limitación de la Historia a una disciplina académica estática y dependiente, reflejado en el regreso al sistema educativo de las viejas escuelas positivistas durante la década de 1990, que posteriormente obligo a reevaluar y recuperar de forma crítica y autocrítica de la enseñanza, a partir de las experiencias vanguardistas planteadas por la “Nueva Historia” entre las décadas de 1960 y 1970.
A partir de este contexto, nosotros creemos necesario la superación de este Fin de la Historia, mediante la interacción de nuestras disciplinas con el nuevo paradigma didáctico y disciplinar de la Historia que se han venido diseñando en la comunidad internacional y que han servido como modelo para llevarlas a cabo en el proyecto gremial y académico que nos proponemos conformar. Y esto se puede hacer posible mediante la implementación de investigaciones propositivas, en las cuales sin renunciar a la Historia y a las definiciones disciplinarias que han sido actualizadas constantemente en el ejercicio epistemológico del quehacer académico.
Así pues, para el cumplimiento de todos estos objetivos invitamos a toda la comunidad académica y disciplinaria para hacer efectiva toda esta sinergia de sueños, propuestas e ideales en el II Congreso Colombiano de Estudiantes de Historia: “Las nuevas formas de hacer y enseñar la Historia y sus enfoques interdisciplinarios en el siglo XXI” que se llevará a cabo en las instalaciones de la Universidad de Antioquia entre el 6 y el 10 de octubre de 2014.
Donde los propósitos son realizar las propuestas anteriormente referenciadas y unificar a los diferentes estamentos pertenecientes a los pregrados de Historia y Licenciaturas en Historia existentes en Colombia por medio de este evento académico. Así como, consolidar y trabajar desde la necesidad de crear una comunidad que estreche los lazos entre los cuerpos académicos nombrados anteriormente, para así, fortalecer estas profesiones
[1] Véase Francis Fukuyama. El fin de la Historia y el último hombre.
Bogotá, Editorial Planeta, 1992.
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